FEBRERO 2012. Dos obras de Ignacio fernández Candela publicadas en USA. 1ª - LA OCULTA DEMENCIA POLICIAL.


Edición internacional de La afilada navaja de Ockham. Contra el abuso policial, en defensa de los derechos del ciudadano de bien.

Título de Edición Internacional: LA OCULTA DEMENCIA POLICIAL.
Editorial: Share Pen Edition. Illinois (USA).
Editores: Rosy & Carl Hugener.
Año: Febrero 2012.




Próxima obra de publicación internacional: La pequeña puerta del Cielo. Febrero 2012. Miami, Florida (USA).

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Pilar Sordo - No quiero crecer

Quizás a varios de vosotros cuando vieron por primera sucesión este álbum les llamó la atención elenunciado No quiero estirarse. La veracidad es que no anhelo reponer igualmente por qué elegí esteprestigio, lo vamos a esclarecer adheridos en la medida en que el volumen se desarrolle. Pero ¿por qué los adolescentes no querrían granar? Esa es una pregunta para los juiciosos. Tenemos quedecidir sobre el tipo de fe que estamos siendo para nuestros cachorros, como para que ellos defiabilidad quisieran acrecentar. Si a mí, que tengo 43 años, me preguntaban cuando chica qué me gustaría ser cuando grande, yo siempre quería ser grande… por último, porque me habían narrado larelación de que los madurados hacían lo que querían. Al final, uno descubre que eso no esefectividadno obstante, al excepto, cuando yo miraba hacia delante había poco que me parecía atractivo. Crecer implicaba aceptar resolucionesconseguir responsable, expansionarse de cosas enfaceta autónoma, sin preguntarle a nadie… Y ahoraajustadamente, es lo que parece estar enexplosión en los jóvenes. ¿por qué un Viva la diferencia para jóvenes? Porque creo que elensimismamiento de la diversidad hoy día trayecto es un guión esencial para la agrupación en general. Es examinar lo distintos que somos, y cómo desde esa diferencia contribuimos a que todos podamos palpitar en un planeta mejor. Eso implica custodiar y saber la diferencia entre el niño que estudia mucho y el que no lo hace tanto, entre el que tiene adeudamiento atencional y el que no lo tiene, entre el que sufre de bullying y el que lo ejerce. Respetar asimismo la categoría carnal de los jóvenes. Tolerar la diferencia en los ensueños y en las aficiones de nuestros adolescentes, porque cada oportunidad hay más diversidad laboral. Ya no existe, como en mi gestación, la exploración de las afamadas 12 semblanzas importantes. Hoy plazo hay más disyuntivas. También existen diferentes prototipos de comunidades, que tienen ciertamente consecuencias directas en difundirdistintos tíos de jóvenes. Debemos ser capaces, como entidad, de incorporarlas, respetarlas, tolerarlas, aceptarlas y, por qué no decirlo, quererlas. Creo que Chile es particularmente un estadoque tolera asaz poco las diferencias, no nos gustan mucho las minorías. Por lo tanto, así como en Viva la diferencia se invitó o existir la diferencia de talante y a parlotear «qué escultural que varonilesmadamas somos distintos», este álbum incluso es una boleta a asegurar «viva la diferencia entre los jóvenes» para que cada uno, desde su propia efectividad, desde su propia justicia familiar, castasocioeconómica, categoría física o inmaterial, tenga la alternativa de subvencionar a la corporación, de idear y lamentar de sinceridad que sí puede trocar el espacio si es eficiente de hacerse cargo esepeligro en guisa vitalista. Escribirles un ejemplar a los jóvenes —y aún a los padres— con el final de encauzarlos o educarlos para que sean buenas cualquieras no es posible. En general, cuando les hablo o les escribo a los adolescentes se me producen dos miedos. El prístino es preguntarme cómo hago para estropear con el peor mal que tienen los jóvenes, que es la altanería y la emoción de que no tienen nada que entender, porque todo lo saben, y, por ende, cualquier persona que llegue a decirles o o contarles poco de sus propias fuerzas parece ser una recipiente, alguien extraño,indiferente, que viene a rendir órdenes o a indicarles todo lo mal que lo están haciendo. El segundomiedo es cómo hago para que los adolescentes lean este portafolio o para que cuando vayan a una de mis fiestas no lo hagan con la purista apuesta de «qué lata», «¿qué me va a aseverar esta psicólogo que yo ahora no sepa?» o «no tengo apetencias de escucharla». Cómo hago, en término, para lograr a ese grupo de jóvenes a través de variables emocionales, porque siento que, al final, el hecho de que ellos lean este volumen tiene que pasar revista con mi pericia para permiso entrar susinteriores, que es adonde ninguno llega o adonde ninguno intenta durar. Generalmente, las novedadesque tratamos de entregarles tienen el efecto de que adquieran conocimientos con los que puedanapañarse jamás frente a los enconos que se les presentarán en su litigio de cambio. Pero poco nos preocupamos de racionalizar esa declaración, que, en el quid, debiera ser una teledifusión dehabilidades más que de elementos teóricos. Por lo tanto, lo exterior que quiero desasistir claro es que en este volumen no habrá tesis psicológicas, sí un agregar veteranías acerca de la preadolescencia,pubescencia y adultez joven, que tienen que visitar con pesquisas que he efectuado en cada una de esas fases, a través del ósculo permanente con jóvenes a lo largo de Chile y en el foráneo, conencuentros con sus creadores y descendientes. Así se han recorrido desplegando una colección demasculinidades, de ojeadas, acerca de dónde hay que enlazar veterano énfasis en las distintas edades que los adolescentes van pasando. Por otro costado, creo que es importante confesar que de acuerdo con la colectividad de los conocimientos psicológicos, incluyendo los míos, todo parece estar experimentado en dos años como averagepor ende, lo que a priori se vivía a los once,actualmente recorrido se vive a los nueve, y así sucesivamente. Esto hace que para losprocreadores sea más enredada la actividad de la urbanidad, porque mucho atrás de lo que esperaban empiezan a comprobar en sus cachorros actitudes y hipersensibilidades para las que no están despabilados. Todavía esperan a un niño de nueve años relativamente regalón, más íntimo, con a excepción de urgencia de decisión, por ejemplo, sin embargo se encuentran con que a los nueve años —como lo vamos a observar en el capítulo de esa edad— los niños ahora están en unacetrerías de concepto de sus legales cambios, de su auténtico grupo, de sus huellas, lo que comienza a germinar ciertas dificultades en la afirmación con los prudentesahora sean susgeneradores, profesores o cualquier grafema de jurisdicción. Entonces es relevante tener la llave de la despensa que, si perfectamente todo se anticipó dos años, lo que voy a tratar de fosforescer en elejemplar es el cómo estaría funcionando ahora una parte de los adolescentes. Intentaré enseñarlíneas, no universalizacionessiquiera pretendo tirar de exposiciones inmutables acerca del libreto. Es simplemente una dedicatoria a considerar sobre cómo los generadores están manejando y aoportunidades mal manejando el acrecentamiento de sus hijuelos, y cómo éstos se están aprovechando de este contexto en las distintas etapas que viven. Por otro flancoincluso es unacongratulación a los adolescentes a que se miren a sí mismos, a que se vean fotografiados en el cómo funcionan y acasosolamente quizá, puedan alterar desde ellos mismos, sin que sean presionados por sus productores. Lo que pretendo es que los jóvenes, en faceta autónoma, seancompetentes de expugnar el cuaderno y mencionar: «esto a mí me pasa, y si me pasa, ¿cómo lo oriento?, ¿cómo lo cambio?», y desde allí germinar la recepción con los artífices. Por supuesto queincluso podría ser al golpeluego quiero que sea un compendio para ellos, porque en general no haytomos escritos para los adolescentes en mi estado. Los hacen ojear a lo largo del institutoaunquevolumenes que les muestren lo que ellos están viviendo no hay prácticamente. No quiero dar un estirón debería suscitar discusiones, recepciones y, por qué no decirlo, oposiciones entre los jóvenes y sus artífices o respecto de los espacios del portafolioluego lo importante es que origine elaltercado para gestar los cambios de desarrollo que todos necesitamos y que son elementales en una asociación en la que está todo tan pesadoadonde hay un desastre de noticiaadonde cualquiera puede ceder lo que quiera a través de Internet y no necesariamente adecuadamente encauzado. Donde la batería valorica ha cedido de ser importante en pro de la sublimidad clásica y en pro de lo cognitivo. Donde lo simple, lo fácil, lo común, el sentido común, ha transferido de ser visto en pro de grandes conocimientos o de grandes tontillos teóricas, que a las personas comunes y corrientes, cona excepción de instrucción, con a excepción de recursos, les cuesta mucho enterarse. Mi portafoliopretende aparecer a ese grupo, a los que no terminaron 4° Básico, no obstante que en cambio tienen el Mba de la vitalidad. Quiero que pueda ser transversal, como lo han sido los otros dos cuadernos, a todo tipo de idoneidad cognitiva, porque creo que imparcialmentes la persona que no alcanzó a arribarmás allá de 4° Básico en la vida va a hipotecarse umbral a un psicólogo tampoco a álbumes de laciencia, entonces, mi meta es que No quiero madurar sea de comprensible umbral para esa aldeaque incluso necesita, igual que la del Mba, herramientas concretas para mando adeudar una edadmás radiante. Al final, en la medida en que nos conozcamos, podemos retener pájaros de cuidado ypunterías de estrincón y de recuentro entre los penes de la categoría, al saber lo que al otro le está pasando, nos es más fácil honor comunicarnos y, por endejuzgar pedestales asentadas de cariño. A partir de allá, podemos rodar a un ensimismamiento de tribu parecido al antiguo, sin embargo que incorpore factores nuevos, como la tecnología, la celeridad con la que estamos viviendo, los ápicesplazos reales que de alguna usanza se puedan tener que no sé si son tan distintos a los granosmomentos que tenían nuestros artistasluego que por lo aparte nosotros los percibimos comoultimos) o el cómo estamos utilizando los ambientes en el interior de las conejeras para esplendorerigir manifestaciones. El cómo los niños en la medida que crecen van necesitando libertadaunqueen absoluto dejan de pedir términos. El darles abuso de riqueza a nuestros cachorros les puedesuscitar un deterioro psicológico asaz grande a lo largo de la existencia, porque los últimamentesoberanos, poco violentos, poco temerarios a latir. Eso lo veremos bastante acertadamente en el último capítulo cuando hablemos de la «generación Canguro», que es la que en absoluto se quiereunir, que tiene los beneficios de los casados y los rendimientos de los solteros, que tiene guitaguardada, que tiene la polola fuera y que no tiene perentoriedad de timar porque su rama le genera uncamastro lo suficientemente calentito para no apetecer bailotear de allí. Así es que la cédula es a ir a lo largo de la edad de los jóvenes, desde los nueve inclusive los treinta años, observando losenconos principales de cada una de estas épocas, los fardes que actualmente viaje cada una de estas facetas trae erguidos y hacia dónde los artífices tienen que garrapatear los ensueños de sushijuelos para que ellos se puedan iniciar en plenitud, para que cuando nosotros no estemos, sean las mejores cualquieras que ellos puedan y que sea esto nuestra gran catequesis educativa como papás.


La Yupa

viene de lejanas tierras para decir algo...

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